Categoría: Cuentos Numero 6

Publicado en: 30/08/2023 Autor: Ebel Barat Comentarios: 0

La metamorfosis (2)

Duco se despertó desnudo, sin su pelaje habitual, y comprendió rápido que ahora era Viveka González. Si no hubiera sido por el frío se habría quedado quieto, o quieta, tratando de asimilar la situación. Contaba con la ventaja de que ahora los procesos ―ya sabía que se denominaban mentales― se presentaban tan claros como la luz del sol al mediodía. Debería sorprenderse de semejante comparación cuando hacía una noche se metía en la cucha y se arrollaba sobre sí porque el cuerpito le pedía calor. Se dijo cuerpito, ahora, siendo Viveka González era considerablemente más voluminosa. Hasta ayer él había sido un Jack Russell terrier con un antifaz oscuro en un ojo que lo asemejaba a un pirata. Había sido capaz de saltar un metro y medio para prender lo que quería. Es más, le gruñía a Viveka, o sea…

Publicado en: 30/08/2023 Autor: Graciela Roselli Comentarios: 0

El umbral de la apariencia

Es inmenso el alivio que me invade cuando voy acercándome a mi casa después de tantas horas en el estudio. Al salir como al volver la calle está oscura. La mayoría de mis días transcurren de la misma manera, encerrada en el lúgubre reducto que es mi oficina, sin una mísera ventana desde la que pueda ver la luz del sol. Solo mirar el reloj me orienta con el horario, y los comentarios que hacen las personas que vienen de afuera me ayudan a suponer cómo está el clima. Apenas atraviesa el umbral de la puerta de entrada, ese mismo que traspasó hace más de diez horas en sentido contrario, parece ser otra. Sus brazos se desploman, tira la pila de expedientes en la mesa ratona y comienza a desvestirse como si fuera desgajándose. Al fin puede sacarse los tacos…

Publicado en: 30/08/2023 Autor: Ileana Caprile Comentarios: 0

Otoño

Las hojas vuelan arrastradas por el viento. Dan vueltas como bailarinas en el aire al ritmo de una música que sólo ellas escuchan y caen sobre la vereda. Son la pesadilla de Antonio que las mira impaciente detrás de la ventana. Las agujas del reloj marcan las ocho cuarenta y cinco, hace frío y el sol apenas entibia la mañana. Antonio piensa en el pedido de su hijo: Papá no salgas a barrer la vereda. ¡Y menos temprano! Ya te dijo el médico que te cuides del frío. Sonríe. Vuelve a mirar el reloj. Ocho cincuenta. Va hasta la habitación a buscar el saco tejido por su mujer, el gorro de lana y la bufanda. Elena duerme tranquila, su pecho sube y baja sereno con cada respiración. Las pastillas de la noche cumplen el efecto deseado. Antonio se pregunta si…

Publicado en: 19/08/2023 Autor: Rubén Leva Comentarios: 0

Sos un sentimental

Volvió a la casa como cualquiera en cualquier lugar del mundo vuelve a su casa luego del trabajo. Abrió la puerta y ella salió a recibirlo. Se dieron un fugaz beso en los labios, la mano derecha de él rozó apenas el hombro izquierdo de ella en un intento de caricia. —Cómo te fue -dijo ella- ¿Alguna novedad? —Hablé con el Peje para que haga llegar mi pedido. —¿Otra vez? —Y, sí. —Para lo que va a servir… —¿Y vos qué hubieras hecho? —No sé, algo diferente. —Ah, algo diferente, ah, claro, algo, sí, cómo no -hace una pausa- ¿Qué hay de cenar? –comienza a caminar hacia el interior de la casa- —Mierda. -dice ella mientras cierra la puerta- —¿Qué? —Nada, no me hagas caso, es que me da bronca. —¿Qué te da bronca? —Eso, tanto insistir al pedo. Polenta,…

Publicado en: 19/08/2023 Autor: Mercedes Andrada Comentarios: 0

Una historia desquiciada

Usted sabrá que las casualidades amables son veraniegas y de días sábados o domingos. A veces pueden ser de viernes también. Sus colores son de arcoiris. Las horrorosas son de frío, irremediablemente grises y nos acechan cualquier día de la semana.   Todos los días de su anodina existencia, Marisa se avocaba de mañana, con prolijidad ascética y felicidad morbosa, a la lectura de los policiales y los muertos en el diario local. Costumbre heredada de su padre tal vez, de su vivir sin matices. O de esa curiosidad malsana que anidaba en su interior.   Había rescatado del basurero de la oficina una plancha de corcho. La limpió y la puso sobre el mueble oscuro y gastado del comedor. La casa de Marisa también era oscura y gastada, de cortinas siempre cerradas preservando una intimidad de la que carecia.…

Publicado en: 19/08/2023 Autor: Matías Torno Comentarios: 0

El reloj

En el patio de la iglesia se oyó un sonido similar al de una pesada bocha cayendo sobre el piso. Pero no se trataba de una bocha, sino del cráneo del padre Eloy, párroco del templo, quien yacía inerte con los brazos abiertos y el rosario enredado en la cabeza, mientras ingresaba lentamente en el reino de los cielos. Así permaneció durante catorce horas, hasta que fue hallado por la catequista Amelia, pródiga en llantos y estériles invocaciones. La trágica muerte del cura estuvo curiosamente asociada al antiguo reloj de la iglesia. El reloj de torre de origen alemán era el gran orgullo del pueblo. Donada oportunamente por el benemérito doctor Calatrava, la máquina fue colocada en la iglesia local y ostentaba un peso de 1900 kilogramos. Funcionaba con una cuerda que tocaba cada quince minutos, reproduciendo la hora oficial…

Publicado en: 19/08/2023 Autor: Martín Francés Comentarios: 0

Inventario

Corría el año 1980, estaba por finalizar mis estudios en ciencias económicas y trabajé por varios meses en la ferretería industrial de Meyer Sajaroff, un próspero empresario del barrio de Once que sacaba provecho de las pasantías “no rentadas”. El sector administrativo, como era común en aquella época, ocupaba toda la planta alta del local y era de dimensiones exageradas: doce escritorios, seis de cada lado, dejando un pasillo en el medio que desembocaba en la puerta del despacho privado del señor Sajaroff, cerrado pero con vidrios para poder ver desde adentro,  todos y cada uno de los movimientos de afuera. Además recuerdo que él tenía aire acondicionado y los empleados no, él podía fumar y los empleados no y se trabajaba durante diez horas en silencio absoluto. Era para mí la antesala del infierno y él, heraldo de la…

Publicado en: 19/08/2023 Autor: Alejandro Alvarez Gardiol Comentarios: 0

El fumar es perjudicial para la salud

Hay que imaginarse a Sísifo dichoso  (Albert Camus) Ale K. saludó al nuevo vigilante del edificio, y luego de responder al interrogatorio de rutina comenzó a subir la escalera. Vivían con su mujer en el quinto piso y en el camino  tuvo que sortear una vez más el cuerpo de Evaristo, el vecino del tercero B. “Hace dos días que está y aun no lo retiraron, ¡con lo que pagamos de expensas!”, pensó con fastidio. Era incómodo, sí, pero por suerte aquellos cadáveres eran cada vez menos frecuentes de encontrar. En un principio las autoridades los dejaban un tiempo a modo de advertencia, pero la ciudadanía ya no cuestionaba las normas, por lo cual los blancos eran desintegrados in situ con los drones de la Seguridad Social (SS) y los restos eran recolectados de inmediato por móviles de Higiene del…