1. Hasta lo inesperado acaba en costumbre cuando se ha aprendido a soportar.
2. Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo.
3. Creo que todos tenemos un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando todo alrededor es tan insanamente cuerdo.
4. La explicación es un error bien vestido.
6. No puede ser que estemos aquí para no poder ser.
7. Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose.
8. Cada vez sospecho más que estar de acuerdo es la peor de las ilusiones.
9. No hay como compartir una almohada, eso aclara completamente las ideas; a veces hasta acaba con ellas, lo cual es una tranquilidad.
10. Mi interés se tornó bien pronto analítico. Cansado de maravillarme quise saber; he ahí el invariable y funesto fin de toda aventura.
.11. No sé hablar de la felicidad, pero eso no quiere decir que no la haya tenido.
12. La cosidad, ese desagradable sentimiento de que allí donde termina nuestra presunción, empieza nuestro castigo.
13. Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.
14. Me daba asco pensar así, una vez más estar pensando todo lo que a los otros les bastaba sentir.
15. Déjame entrar, déjame ver algún día como ven tus ojos.
16. Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.
17. Mira, sólo hay un medio para matar los monstruos; aceptarlos.
18. Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo.
19. Y mirá que apenas nos conocíamos y ya la vida urdía lo necesario para desencontrarnos minuciosamente.
20. Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno.
21. Regalos insignificantes como un beso en un momento inesperado o un papel escrito a las apuradas. Pueden ser valorados más que una joya.
22. ¿Quién está dispuesto a desplazarse, a desaforarse, a descentrarse, a descubrirse?
23. No renuncio a nada, simplemente hago lo que puedo para que las cosas me renuncien a mí.
28. Cuando llovía me entraba el agua hasta el alma.
30. Pobre amor el que de pensamiento se alimenta.
31. En realidad las cosas verdaderamente difíciles son todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento.
32. Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino.
34. Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás.
35. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.
36. Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
37. La isla lo invadía y lo gozaba con una tal intimidad que no era capaz de pensar o de elegir.
38. Buscás eso que llamas la armonía, pero la buscás justo ahí donde acabas de decir que no está, entre los amigos, la familia, en la ciudad…
39. Mi maligna manera de entender el mundo me ayudaba a reírme por lo bajo
40. Pero lo malo del sueño no es el sueño. Lo malo es eso que llaman despertarse.
42. Hay ausencias que representan un verdadero triunfo.
43. Si caes te levanto y si no, me acuesto contigo.
44. Sintió una especie de ternura rencorosa, algo tan contradictorio que debía ser la verdad misma.
48. En literatura no hay buenos temas y malos temas: solamente hay un buen o un mal tratamiento del tema.
51. Ya para entonces me había dado cuenta de que buscar era mi signo, emblema de los que salen de noche sin propósito fijo, razón de los matadores de brújulas.
52. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
54. Me basta mirarte para saber que con vos me voy a empapar el alma.
57. Como no sabías disimular me di cuenta enseguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos.
58. Le encantaban los líos inverosímiles en que andaba metida siempre por causa del fracaso de las leyes en su vida.
59. La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.
65. Creo que no te quiero, que solamente quiero la imposibilidad tan obvia de quererte. Como el guante izquierdo enamorado de la mano derecha.