Con La Puna y la pluma en la valija: Mitos e historias de provincia y del mundo.
Nacimiento: 21 de octubre de 1929 en Yala, provincia de Jujuy, Argentina
Muerte: 30 de julio de 2012 en San Salvador de Jujuy, Argentina
Esposa: Flora Guzmán destacada lingüista, crítica literaria y doctora en filología hispánica (Universidad Complutense de Madrid).
Hijos: Ramiro, Álvaro y Guadalupe Inés
Fue escritor, periodista, abogado, juez y embajador argentino.
Entre 1943 y 1948 vivió en Salta, donde cursó el secundario y publicó sus primeros cuentos en el diario El Intransigente. Formó parte del grupo regional La Carpa, formado en la década de 1940 por las provincias del noroeste argentino. En 1949 se radicó en La Plata. Diplomado en Derecho en el año 1953, inició en 1958 su carrera diplomática. Fue agregado cultural en México, donde se vinculó con los escritores Juan Rulfo, Ernesto Cardenal, Ezequiel Martínez Estrada, Augusto Monterroso y Tomás Segovia, y cónsul en Milán. Abandonó la diplomacia en 1962 y, de regreso en Argentina, desempeñó brevemente el cargo de ministro de Gobierno, Justicia y Educación. Dirigió el diario Proclama. En 1976 se exilió en España, donde trabajó en editoriales, diarios y revistas. Afiliado a la Unión Cívica Radical, en 1986 fue elegido presidente de la Convención Constituyente que reformó la Constitución de la Provincia de Jujuy. Representó, además, como convencional a su provincia en la Convención Nacional que reunida en Santa Fe sancionó la reforma constitucional de 1994 integrando el bloque radical presidido por Raúl Alfonsín.
A mediados de la década de 1990, a instancias de la minoría radical, la legislatura jujeña lo designa Juez del Superior Tribunal de Justicia, como Juez Decano, y vicepresidente del cuerpo. Viajó largamente por el mundo; como embajador de 1958 a 1962, como exiliado de 1976 a 1982, pero «su lugar en el mundo», al que volvía una y otra vez, fue Yala, provincia de Jujuy, donde se radicó tempranamente cuando su padre fue nombrado jefe de la estación local.
Es considerado como uno de los narradores más originales de la literatura argentina. Parte de su obra, siempre fiel a sus raíces y su lugar de origen con sus mitos e historias, ha sido traducida al francés, inglés, ruso, polaco, alemán y serbocroata.
Obras
A un costado de los rieles (1960) Relatos
Fuego en Casabindo (1969) Novela
El cantar del profeta y el bandido (1972) Novela
El jactancioso y la bella (1972) Relatos
Sota de bastos, caballo de espadas (1975) Novela
El traidor venerado (1978) Relatos
La casa y el viento (concluido en España en 1982, publicado en Argentina en 1984) Novela
Recuento (1984) (antología personal) Relatos
El viaje (1988) Novela
El hombre que llegó a un pueblo (1988) Novela breve
El gallo blanco (1992) Cuentos
Luz de las crueles provincias (1995) Novela
La mujer de Strasser (1997) Novela
Tierra de frontera (1998) Ensayo
Obra completa (1998)
Extraño y pálido fulgor (1999) Novela
Premios y distinciones
Ha sido distinguido con varios premios, incluyendo el «Konex de Brillante», así como con los de «Consagración Nacional» de la Academia de Letras, «Gran Premio de Honor» de la Sociedad Argentina de Escritores, y del Fondo Nacional de las Artes; fue declarado ciudadano ilustre y Doctor Honoris Causa de la UNT. Recibió condecoraciones por su labor y virtud debido a su extensa obra considerada de gran importancia para la literatura universal. Recibió en Francia la condecoración de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en 1996. Por su novela Luz de las crueles provincias mereció el Premio Dos Océanos, otorgado en Biarritz (Francia) a la Mejor Novela de Autor Latinoamericano.
El Centro Cultural Héctor Tizón de San Salvador de Jujuy fue nombrado en su honor, y una calle de Palpalá, Jujuy, lleva su nombre.
Se ha dicho que las historias de Héctor Tizón se continúan unas con otras, como retoños de una historia única, y también de los sueños. Si bien en la obra de Tizón existen situaciones que se dan en lugares puntuales como la Puna de Atacama, las historias que en sus textos se cuentan exceden cualquier regionalismo y folclore, centrándose más bien en los problemas universales del hombre, esto es, la vida, la muerte, el amor, el sentido de la amistad, el odio, la piedad y el tiempo, latentes en el devenir de acontecimientos sucedidos en ese particular lugar del mundo que es su tierra.
Encontró una forma personal de fidelidad a su historia y a su geografía, despojada de pintoresquismo y nostalgia folklórica. Su prosa es el precipitado feliz de la sensibilidad poética, los ritmos y los silencios del habla popular, en un español más rico, más poroso a las imprecisiones del recuerdo. Su literatura nace de esas historias que, de generación tras generación, la gente de su pueblo – de fuerte tradición altoperuana- fue trasmitiendo de forma oral. Tizón escuchaba esos relatos siendo un niño: “me los contaba mi ama de leche en un lenguaje especial, con palabras quechuas y castellanas, distinción que cuando empecé a leer libros me planteó mi primera inquietud literaria: el choque entre el lenguaje de los escritores y el de la gente de mi pueblo. No es cualquier oralidad, sino la forma en que se cuentan las historias, ya que hay mucho analfabetismo, es la manera de poderlas trasmitir. Supongo que fue la primera idea que por ejemplo tuvo Homero con la Ilíada y la Odisea, o Cristo que contaba parábolas que son más fáciles de recordar que el lenguaje expreso y directo. Aquí también, la gente rememora mejor el verso y la copla”
Como se señaló anteriormente, ha viajado largamente por el mundo. Su primer libro fue publicado en México en 1960, A un costado de los rieles.
En términos generales, interesa remarcar dos momentos de su producción literaria, inseparables de su biografía: el antes y el después del exilio, de su salida forzosa de Yala. Tizón, aunque obsesionado por el arraigo, se exilió en España (1976-1982) durante la dictadura militar de la Argentina y es donde se produce un cambio fundamental que interviene profundamente su universo literario. La primera etapa podría estar representada por los libros escritos antes del exilio, como las novelas «Fuego en Casabindo» y «El cantar del profeta y el bandido»; y los cuentos «El jactancioso y la bella» y «El traidor venerado». A la segunda etapa se le adscribe lo escrito durante el destierro y después de él. Su tema recurrente es ahora el abandono de lo propio. «La casa y el viento» es, por ejemplo, la crónica del exilio, de la huida onírica a través de la Puna en un intento tal vez desesperado por salvar su vida. El cuento «Los árboles» retoma el tema de la desolación del extranjero, la imposibilidad (vivida intensamente por él mismo) de no poder crear en una tierra extraña. Al regreso a la Argentina, la novela «El hombre que llegó a un pueblo» es el fracaso de esa llegada. El cuento «Regreso» narra las perplejidades de un regreso imposible.
Filmografía
Le mot juste (en español La palabra exacta) es un documental biográfico, dirigido por Eduardo Montes Bradley. Argentina, 2004.
El destino, película de Miguel Pereira basada en la novela El hombre que llegó a un pueblo: un extranjero vestido de cura busca refugio en un pequeño pueblo del Norte de la Argentina. Hay una posibilidad de que encuentre el asilo que ha estado buscando, pero solo si acepta el rol que los habitantes de este pueblo le han asignado…Irónica y con humor negro, una historia sobre el Destino que tratamos de cambiar. Fue ganadora del Premio del Jurado Ecuménico del Festival Internacional de Karlovy Vary 2006 y el Premio de la Audiencia de Valladolid (2007). España/Argentina, 2006.
Petróleo, película basada en el cuento del mismo nombre, cine independiente, dirigida por Nicolás Ballistreri, y protagonizada por Juan Carlos Nozzy, con gran elenco. San Nicolás, Argentina, 2013-2014.
Tizón consideraba que a veces el cine enriquece un libro, pero que por lo general sucede todo lo contrario. Se manifiesta muy conforme con la ópera Fuego en Casabindo estrenada en el Teatro Colón el primero de junio de 2004:
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Libros en hipervínculos
Un escritor de frontera ENSAYO, 2018 (Publicación póstuma)
Memorial de la Puna RELATOS, 2012
El resplandor de la hoguera MEMORIAS, 2008
La belleza del mundo NOVELA, 2004
No es posible callar NO FICCIÓN, 2004
El viejo soldado NOVELA, 2002
Tierras de frontera NO FICCIÓN, 2000
Extraño y pálido fulgor NOVELA, 1999
La mujer de Strasser NOVELA, 1997
Luz de las crueles provincias NOVELA, 1995
El gallo blanco CUENTOS, 1992
El hombre que llegó a un pueblo NOVELA, 1988
La casa y el viento NOVELA, 1984
Sota de bastos, caballo de espadas NOVELA, 1975
El cantar del profeta y el bandido NOVELA, 1972
Fuego en Casabindo NOVELA, 1969
A un costado de los rieles CUENTOS, 1960 (Inéditos en la Argentina, estos relatos de Héctor Tizón fueron escritos entre 1958 y 1959, y publicados en México en 1960).
Tizón en sus propias palabras: Pensamientos del autor registrados en algunas entrevistas
De trato austero pero cordial, sus locuciones eran sabias, certeras, tenía la capacidad de pronunciar las palabras justas, precisas y necesarias. Se podría decir que su lenguaje poético, ese que hábilmente había modelado en sus obras conservaba mucho de su forma al expresarse oralmente (Emiliano Matías Campoy, Universidad Nacional de Cuyo-CONICET, Mendoza, Argentina).
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-En literatura es más importante la forma de narrar que la anécdota, en el mundo existen diez historias fundamentales y las demás son variantes.
-El arte es una forma de soñar deliberada. Los sueños son a veces más importantes en la vida de un hombre que su propia vida, entre comillas, verdadera. Y el arte es una forma más noble de estar en el mundo. Es el ejercicio de la libertad y de los sueños de cada uno.
-En realidad, es una gran mentira eso de la globalización. La misión de la literatura es, justamente, la de señalar lo que es único, las particularidades, las individualidades que una historia así, superficialmente, con su afán de universalidad no toca ni registra.
-El progreso termina llevándose a la gente. Porque el progreso no significa nada
Si logramos convencernos realmente de la belleza del mundo, habremos cumplido con un deber impuesto por los dioses, que nos han puesto aquí, se supone, para tratar de ser felices.
-Todavía siento un gran vacío por no poder creer en Dios. Sé que puede llegar a existir, pero no lo puedo sentir; en lugar de la presencia de Dios siento un gran vacío en mi vida, el vacío de Dios.
-Creo que nosotros no somos uno o únicos, somos por lo menos dos. Apenas uno se mire un rato con alguna fijación o permanencia a los ojos en el espejo se va a dar cuenta que dentro nuestro convive alguien más y eso no puede causar ningún temor, sino que es motivo de enriquecimiento, que uno pueda alcanzar a ser al menos dos.
-En cierta medida todos somos impostores. Eso partió de la base de ¿yo soy lo que yo creo que soy o, verdaderamente, yo soy lo que los demás creen que yo soy? Y lo que cuesta convencer a la gente de que yo no soy lo que ellos piensan que soy.
-Existen muchas diferencias entre escribir un cuento o una novela. Esto se debe descubrir desde el principio. Si realmente el material que uno tiene alcanza para hacer una mesa o solamente una silla. Yo creo que lo más importante en el cuento es la atmósfera, el clima que crea. Además, es importante la forma de hacer, eso que algunos llaman estilo.
Hacia el final
El estudio, el exilio y el placer fueron los motores de sus tantos viajes, que lo alejaban de ese lugar que se reconfigura en sus escritos y también de los entrañables personajes que pueblan su universo narrativo. El rescate del legado cultural de las llamadas provincias históricas por su activa participación en la independencia nacional, es la temática de sus primeras obras, aquellas escritas antes de exiliarse en España. Después hubo un cambio notable en su estructura narrativa.
Con la vuelta de la democracia regresó al país para instalarse en Yala con el anhelo de reencontrarse con los suyos. Pero ni él ni los otros (ni siquiera el añorado paisaje de su pueblo) eran ya los mismos. Comienza a transitar aquí la última etapa de su obra y finaliza sus días cada vez más recluido en su casa y en sus recuerdos como una larga despedida hasta su muerte. “La vida transcurre por acumulaciones, no por etapas. Incluso hay en nuestras vidas un montón de tiempo que no vivimos o que creemos no vivir”
Tizón descansa en el cementerio de Yala desde el treinta de julio de 2012, poco tiempo después de publicarse el Memorial de la Puna.
Autor:
Alejandro Alvarez Gardiol