Categoría: Cuentos

Publicado en: 24/03/2022 Autor: Martín Francés Comentarios: 0

Mi casa está en venta

La he mirado a través de la ventana durante años. Desde la ventana de mi living se ve perfecto lo que pasa detrás de las de su dormitorio, de su living y de su cocina. He enfocado incontables horas de mi vida en igual cantidad de la suya. Siempre me ha llamado la atención, aún hasta el día de hoy, la facilidad con que se ha desenvuelto para vivir sola, después de haber perdido la visión en un accidente en el metro de Paris. Ha sido un ser fuera de lo común. Desde que vine a vivir aquí, fui cautivado por sus movimientos. Al principio no era tan frecuente, pero con el correr de los años le he ido dedicando cada vez más tiempo a ese hábito. Pasó a ser una actividad con horarios; horarios en los que no comía…

Publicado en: 24/03/2022 Autor: Rubén Leva Comentarios: 0

Lindo el petaurí

No, en eso hay que ser justo, que era lindo era lindo, tampoco es cuestión de andar desprestigiando porque sí. Sin embargo, como todo el mundo sabe, el Petaurí almizclero de cola rosada, más allá de sus indudables virtudes musicales, tiene sus bemoles y, por qué no, sus desafinaciones ¡Ojo! esto lo digo aunque el mío tenía oído absoluto, por eso lo bauticé Beethoven, sin ir más lejos. Pero es justamente por las peculiaridades que tiene esta especie que quiero dejar testimonio de mi triste experiencia. Yo lo había hecho traer de los bosques de Borneo cuando todavía la importación estaba permitida, antes de la catástrofe de las polillas ventrudas, esos bichos inmundos que ellos, los petauríes, solían  contrabandear desde su tierra porque les encantan para comer en el desayuno. Ya por esa época la población de los de cola…

Publicado en: 24/03/2022 Autor: Alejandro Álvarez Gardiol Comentarios: 0

El adivino

EN LA ESQUINA Con el carro cargado al tope, sosteniendo todo el peso con un hombro, así, oblicuo, contramano y cuesta arriba, ha llegado caminando el cartonero. En cada paso ha revoleado la pierna que da al tráfico, como queriéndola rifar. De ganarse el premio, habría de ser él mismo la carga de algún otro. Los coches le han ido pasando veloces y rasantes, echándole vientos y espamentos.  Él, miradas desafiantes. En caravana liliputiense sus muchos hijos lo han seguido. Desde su auto, a la espera de luz verde (que ya está verde) una señora le ha gritado alguna cosa al hombre que baldea la vereda. Los cartoneritos se han adelantado y han recogido de la calle, con perversa curiosidad infantil, un caracol muerto junto al coche de la mujer que grita. Porque un poco antes, lavando la vereda, el…

Publicado en: 24/03/2022 Autor: Lisandro Lenski Comentarios: 0

El testigo

Amanece fresco. No falta mucho para el verano, y de las esporádicas olas calurosas, surge nuevamente el frío. Esto no me atormenta, lo prefiero, aprovecho mientras haya paz. Me gusta enrollarme con el edredón y soñar que duermo, porque desde hace mucho, ciertas preocupaciones no me lo permiten. Las noches son complicadas, incluso las primeras horas del día pueden serlo. El descanso es un anhelo inalcanzable y sucede que me confundo, pues no es sencillo, para nada. Como les dije, creo que el asunto se explica así: Son las dos y media de la mañana, Germancito se levanta medio zombie, viste su pijama  con dibujos, zigzaguea en slalom y atraviesa la sala, abre la heladera, agarra champiñones apretujados en su bandeja plástica y los corta en pedazos. Enciende la hornalla y pone una sartén; capaz ni sabe que prende la…

Publicado en: 24/03/2022 Autor: Ileana Caprile Comentarios: 0

Laurak bar

Salió del banco preocupado. Los cheques iban a comenzar a entrar sin piedad y la cuenta estaba en cero de nuevo. El gerente le había dicho que no había forma de volver a cubrirlo, ya le había advertido la vez anterior que era la última. Se quedó parado en la puerta, no sabiendo qué hacer o dónde ir. El bullicio incesante de la gente moviéndose en oleadas por las veredas estrechas del microcentro, el ruido de los colectivos frenando y arrancando en las esquinas, los ciclistas esquivando las bicisendas y los motociclistas usándolas de pistas de carreras, todo giraba a su alrededor aturdiendo sus sentidos en un remolino multicolor, mientras él se desmoronaba por dentro. Pensó en ella. Sacó el celular del bolsillo y la llamó, necesitaba oír su voz. Sólo respondió el contestador recordándole con crueldad que no estaba…