La vida es una partida de ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuándo está ganando o perdiendo
Más exclusivamente que en la vigilia, en el sueño somos nosotros. Contribuimos con todo el reparto
Un médico es la conjunción de un guardapolvo, un estetoscopio y una jerga
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros
No he notado en las feministas mayor simpatía por las otras mujeres
La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura
En la vejez todo es triste y ridículo: hasta la muerte
¡La imaginación de la vejez para inventar fealdades!
Escribir es agregar un cuarto a la casa de la vida
Toda máquina está en proceso de extinción
El miedo lo vuelve a uno supersticioso
Ya no estoy muerto, estoy enamorado
Debió de recibir una buena noticia, porque ayer tenía el pelo blanco y hoy apareció completamente rubia
Hay tanta gente que escribe para lucirse… Yo empecé así y fracasé hasta el día en que olvidé esas pretensiones
El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone del lado del cordero y piensa: Ojalá que huya
Mi desvelo fue siempre persuadir a la mujer de que no la engaño. A esta no podré persuadirla jamás de que no la quiero
El mundo atribuye sus infortunios a las conspiraciones y maquinaciones de grandes malvados. Entiendo que se subestima la estupidez
La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo hay que mentir
Llega un momento en la vida en que, haga uno lo que haga, solamente aburre. Queda entonces una manera de recuperar el prestigio: morir
No fue como si no me hubiera oído, como si no me hubiera visto; fue como si los oídos que tenía no sirvieran para oír, como si los ojos no sirvieran para ver.
Lloré durante el sueño y desperté con una inconsolable desesperanza porque Faustine no estaba y con llorado consuelo porque nos habíamos querido sin disimulo
Revolución: movimiento político que ilusiona a muchos, desilusiona a más, incomoda a casi todos y enriquece extraordinariamente a unos pocos. Goza de firme prestigio.
Creyó por primera vez entender porqué se decía que la vida es sueño: si uno vive bastante, los hechos de su vida, como los de un sueño, su vuelven incomunicables porque a nadie interesan.
En infinitos mundos mi situación será la misma, pero tal vez la causa de mi encierro gradualmente pierda su nobleza, hasta ser sórdida, y quizá mis líneas tengan, en otros mundos, la innegable superioridad de un adjetivo feliz.
La gente fuerte se abre camino sola. De joven yo no me sentía solidario con los jóvenes; la juventud no era una categoría que me interesara (sí la inteligencia, la iniciativa, la belleza). Los otros días vi en el cine a una chica rubia y linda que besaba cariñosamente a un viejo y pensé: Qué simpática (ojalá yo tuviera una así). Lo que pasa es que ahora hago causa común con los viejos. Los débiles necesitan agremiarse.
Es ya costumbre de mis teorías más lúcidas deshacerse al día siguiente, quedar como pruebas de una combinación asombrosa de ineptitud y entusiasmo (o desesperación). Tal vez mi idea, una vez escrita, pierda la fuerza.