Categoría: Cuentos Numero 2

Publicado en: 23/06/2022 Autor: Analía Rodríguez Comentarios: 0

Las bailarinas

Los zapatos lo arrastraron en un andar oscilatorio y errante. No tenía una clara visión de lo que pisaba, pero sentía cómo el barro y la inmundicia del lugar se le pegaban en las suelas formando una especie de irregulares plataformas que parecía que chillaban… Todo era un asco. Con espanto percibía que el agua acumulada, mugrienta, le mojaba las medias y le lamía la planta de los pies. Metió las manos en los bolsillos y siguió caminando. Notó que llegaba al final del túnel porque la claridad de la luna dejó entrever la silueta circular de un hoyo que terminaba en la nada… en una barranca de considerable altura que daba al vacío. Quedó parado en el borde del círculo para poder ver desde allí cómo la chata que navegaba por el río atracaba a pocos metros del lugar.…

Publicado en: 22/06/2022 Autor: Matías Torno Comentarios: 0

Los siete mocos

Entro a tientas a su habitación y el primer signo de vida es el de una rata. Gris, peluda y de grandes orejas rosadas, parecidas a las de mi hija en aquel bendito día en que nació. La rata está devorando los restos de un plato de fideos. El plato de lata está colocado, o quizá olvidado, debajo de la cama. El roedor abandona su silenciosa faena y me mira, con ojillos escrutadores, como se mira a un intruso. Luego baja la cabeza y sigue deglutiendo. “Es Lucy, la más sociable”, me explica Pitito con una triste sonrisa, antes de extenderme la férula de su mano derecha en modo de saludo. Hace un par de meses que no lo visito. Lo noto más flaco y demacrado. Calvo, bien calvo. Tiene más pelos en la nariz que en la cabeza. Quizá…

Publicado en: 21/06/2022 Autor: Alejandro Álvarez Gardiol Comentarios: 0

Nevermore

Hasta que una tarde el médico le dijo, sin rodeos esta vez, lo que se veía venir: la enfermedad había progresado y le quedaba poco tiempo. Unos meses, nada más. Entonces reunió a la familia para expresar su voluntad de pasar los últimos días en el departamento frente al parque, con la única compañía de Eleonora, la mucama de toda la vida, quien se ofrecía solícita, a brindarle asistencia hasta el final. Eleonora, nadie más. Hubo lloriqueos y angustia en la despedida. Sus dos hijos no se resignaban a semejante decisión, pero también la veían como un gesto de entereza y generosidad.  Sus nueras, siempre distantes y a su criterio erróneamente elegidas, también participaban: una de mirada alechuzada y hábito pícnico, con su llanto fraudulento exacerbaba el drama. La otra pálida, cogotuda y de ojos vítreos permanecía en un rincón,…

Publicado en: 20/06/2022 Autor: Mercedes Andrada Comentarios: 0

Comprar el pan

Demencia senil le dijeron, loca y vieja pensó. Los retoños de la sentencia no tardaron en dar el presente. Olvidándose del olvido se encontraba buscando lo que nunca encontraría, cambiando nombres, enfurecida o brillante. Agresiva, vulgar, cansada, insomne. Sin poder explicarse ni explicar eso de que el desgaste de los neurotransmisores del cerebro de un hemisferio provocaba trastornos que… El neurólogo, irónicamente, despliega un palabrerío ambicioso para explicarle que no le funciona el cerebro al paciente que escucha sin saber siquiera su número de documento. Y encima finge alegrarse porque está afectado un solo hemisferio. Inútil, le dice, inútil que se guarde la enciclopedia porque lo que él le cuenta con sonrisa de utilero ella lo vive, que se vaya al infierno. Memantina y Duloxetina son sus compañeras de atrofia, las saluda, habla con ellas. No son amigas tampoco las…

Publicado en: 19/06/2022 Autor: Carla Caterina Comentarios: 0

¿Y para qué?

Que vendría el fin del mundo. Eso había escuchado Juan Cruz a sus siete años desde su pieza, contigua a la pequeña cocina del departamento de pasillo donde vivía con su padre luego de la muerte de sus abuelos. La voz que anunciaba la catástrofe provenía de un antiguo aparato de televisión – única distracción nocturna – y auguraba horribles desastres mundiales. El fin del mundo, repitió en silencio. Ahora que ya mostraba reflejos de barba sobre su rostro escuálido, Juan Cruz dormía solo, arriba, en un cuarto pintado a improvisadas pinceladas de gris y blanco, iluminado por una luz tenue en el ángulo izquierdo. En el otro ángulo un escritorio de madera oscura ocupaba el hueco que se formaba con la pared lindante. Sus horas transcurrían trabajando por la tarde como custodio de un banco. Su padre separado de…

Publicado en: 18/06/2022 Autor: Rubén Leva Comentarios: 0

El laburo de Dios

No podría decirse que al Turco le hubieran faltado oportunidades, no, el Turco era hijo de un empresario textil y no fue la pobreza la que lo condujo a su destino. Sí es cierto que fue un niño curioso, de una curiosidad insaciable y persistente, por eso despanzurró a su perro, para saber qué tenía adentro. Si no hubiera sido tan negligente, si hubiera tenido más amor por el estudio hoy no sería el sicario más temido del país, hoy sería, tal vez, un eminente cirujano, porque inteligencia no le falta, y sangre fría y destreza para el manejo del cuchillo, menos.  Sí, así es, si hubiera sido menos negligente y un poco más estudioso hoy no tendría los recuerdos que tiene de aquella vez que estuvo en cana, siendo todavía un chico, y cayó en las manos del comisario…

Publicado en: 17/06/2022 Autor: Ileana Caprile Comentarios: 0

Molotov

La gota de transpiración se deslizó desde la frente hacia la ceja derecha y desde allí se escurrió por la mejilla hasta terminar su recorrido en el cuello de la camisa celeste. El calor en la sala de Audiencias era insoportable, no había aire acondicionado, y el saco que llevaba puesto por pedido de su abogado no ayudaba en nada. Las ventanas permanecían cerradas para atenuar el griterío y los cánticos que provenían de la calle. Muchas personas se habían reunido a esperar la sentencia. Giró la cabeza hacia los asientos donde estaba el público asistente buscando a su madre. No estaba. La última vez que la vio, antes que lo detuvieran, le dijo con la voz temblando de furia que si caía preso se olvidara de ella. Y había cumplido. El que sí estaba era el incondicional padre Juan.…

Publicado en: 17/06/2022 Autor: Lisandro Lenski Comentarios: 0

India

El día entra por un agujero en la cortina, se sienta en la orilla de la cama. Ella entorna los párpados, toma su libreta de la mesa de luz y una birome que está al lado, anota una idea. Se despereza en fases: se calza las alpargatas, se lava la cara, se cepilla los dientes, se quita lagañas. Sale a la calle, está embarrada, fulera. Va hasta la parada del bondi, unos giles le chiflan; ella amaga un bife de revés al aire y se quedan piola. Acaricia esa cabellera saludable que tiene, la despliega al viento y al sol, brilla como el lomo manso y constante de su tierra llana. Espera el transporte, si se es pobre hay que tener paciencia, reza en silencio por un asiento libre. El camino huele a campo un rato y deviene en asfalto…

Publicado en: 16/06/2022 Autor: Martín Francés Comentarios: 0

Fuego contra fuego

El odio que se esgrimían mutuamente se podía ver en la atmósfera, corría como una centella sobre un alambrado, que paradójicamente, era lo único que los separaba. Se odiaban desde pequeños y por un capricho darwiniano, nacieron contiguos y con siete días de diferencia. En el pueblo siempre se comentó que compartían fragmentos de ADN, eso en el campo se suele dar con cierta frecuencia, sobre todo en épocas de lluvia. Mirando sus casas de frente, la que está a la derecha es la de Tabaré Cardozo y la de la izquierda es la de Aurelio Ermendia, que  nació para cumplir una función, atormentarlo a Cardozo; y lo cumplió con creces. Era dable  pensar que como Enrique Cardozo, padre formal de Tabaré, nunca quiso tener hijos y por accidente trajo uno al mundo, como revancha e inicuamente, le puso alambrado…

Publicado en: 15/06/2022 Autor: Graciela Roselli Comentarios: 0

Venganza

Los rayos del sol ya se apagaron, el ventanal se va cubriendo de una niebla espesa y se encienden las tenues luces de la calle. Cada vez que alguien abre la puerta de entrada se cuelan los reflejos acaramelados que pretenden darle un toque meloso a esta ciudad inmunda. El vidrio empañado del ventanal lo refugia del crudo frío imperante afuera; aunque un chiflete helado se filtra constantemente por una hendija, obligándolo a permanecer con su raído gabán caqui abotonado hasta el cuello. Hace cuatro meses que este bar de mala muerte es casi su hogar. Lo eligió porque tiene vista panorámica de la casa del fulano. Todo lo que pase por ese zaguán es captado por la mirada alerta de Horacio Arevalo. Permanece aquí horas y horas, para volver a la pensión cuando esté seguro de que doña Gavina…